Aurelio y Chila se desembarcaron en Ibiza y quedamos Patricia y yo solos.  Decidimos brincarnos a Formentera, auque nos había dicho que era la más bonita de las Baleares, pero ya estábamos cortos de tiempo.  Tenemos que ir hasta Algeciras o Cadiz para dejar a Natasha mientras alistamos todo para el cruce del Atlántico.

Navegamos desde Ibiza hasta Moreira, una pequeña bahía en la Costa Blanca de España.

Llegamos de noche como a las once y decidimos fondear en el sitio recomendado en la carta de navegación ....  ibamos entrando muy despacio, cuando escuchamos unos golpes fuertes en el casco  !!!!   .. y el motor se paró  ...?????  ....  no sabíamos qué era ...  estaba muy oscuro y la ecosonda marcaba suficiente fondo.   Natasha estaba atrapada por algo que nos halaba desde la popa  .....  largamos el ancla y fondeamos, pero el velero quedó con la popa hacia la ola.   Pronto nos dimos cuenta de lo que pasaba ... estábamos atrapados en una linea de boyas, y estas se enrredaron en la hélice.  Las boyas no estaban marcadas en la carta, y el sitio aparecía como fondeadero recomendado.

Ya tranquilos sabiendo qué era lo que pasaba tratamos de dormir pues no había nada que hacer en la oscuridad.  Pasamos una pésima noche pues en la forma que estaba atrapada, Natasha se movía horrible en una forma errática.